Hoy Berlín es Buenos Aires. Pero Buenos Aires en enero y hora pico en el subte D. Hace un calor de los mil demonios. Debo ser, en este momento, la persona más hidratada del planeta. Y la que más maní come por minuto. Agua, sal, agua, sal, agua, agua, agua. Los compatriotas entenderán la metáfora si les digo que me siento como un bebé de Yoli-Bell. Por la calle, ver a las turcas con sus pañuelos y su superposición de ropa me deja al borde del desmayo. Por sofocación. El aire acondicionado parece ser una exótica costumbre del Tercer Mundo. Y mis piernas pesan tanto, pero tanto, que de ser dibujito y tirarme al río, seguro no necesitaría lastre.
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3 comentarios:
déme ese calor a mí. yo quiero ese calor. y más. quiero 40o a la sombra. sabe martita que llevo 3 años sin verano y eso se siente. mi piel pide lorca! me puede mandar un cacho de calor x fedex?
pd: me olvide en la post ultima suya del 4 de julio, dia de la independencia universal, de que fue la charla? la charlo en aleman? que jugadora! o en inglish?
no se lo mando: se lo cambio. por media docena de cañoncitos de dulce de leche estamos hechos.
agarro viaje con el trueque, pero no comentó nada sobre la pregunta de que hizo en la charla y que idioma humano (o no) utilizó para comunicarse con las masas
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