jueves, 3 de julio de 2008

Hoy Berlín es Buenos Aires. Pero Buenos Aires en enero y hora pico en el subte D. Hace un calor de los mil demonios. Debo ser, en este momento, la persona más hidratada del planeta. Y la que más maní come por minuto. Agua, sal, agua, sal, agua, agua, agua. Los compatriotas entenderán la metáfora si les digo que me siento como un bebé de Yoli-Bell. Por la calle, ver a las turcas con sus pañuelos y su superposición de ropa me deja al borde del desmayo. Por sofocación. El aire acondicionado parece ser una exótica costumbre del Tercer Mundo. Y mis piernas pesan tanto, pero tanto, que de ser dibujito y tirarme al río, seguro no necesitaría lastre.

3 comentarios:

rafaawa dijo...

déme ese calor a mí. yo quiero ese calor. y más. quiero 40o a la sombra. sabe martita que llevo 3 años sin verano y eso se siente. mi piel pide lorca! me puede mandar un cacho de calor x fedex?

pd: me olvide en la post ultima suya del 4 de julio, dia de la independencia universal, de que fue la charla? la charlo en aleman? que jugadora! o en inglish?

marthita dijo...

no se lo mando: se lo cambio. por media docena de cañoncitos de dulce de leche estamos hechos.

rafaawa dijo...

agarro viaje con el trueque, pero no comentó nada sobre la pregunta de que hizo en la charla y que idioma humano (o no) utilizó para comunicarse con las masas