sábado, 19 de julio de 2008


El mundo ha vivido equivocado. La precisión no es suiza. Es alemana. Amanece; sale el sol (permítanme la inexactitud). Y todos los días, religiosamente, llegan las 9.30h y viene una enorme nube y nubla Berlín. La nubla y la pasa por agua. Todo el día, todos los días. Siempre la misma nube, siempre la misma hora. Estoy segura de que en poco tiempo el berlines evolucionará en anfibio. Se lo merece.


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