lunes, 17 de noviembre de 2008

Habrá muchas cosas que extrañar cuando me vaya. El periódico barrial de cada sábado. La mayonesa de remoulade. Los panes. Las tazas del café con leche. El schokocroissant que iba con el mate. El olor de la casa de A&A. Los mensajes al celular, cuando eran en inglés. Las compras baratas y compulsivas. Tamino pidiendo caramelos. Los capítulos de Friends, en compañía. Las noches de bares. Mis modelitos berlineses. El rojo de la ciudad en este otoño. Haber sido Darth Vader. Combinar con la U1 en Kottbusser Tor. Las tortas del Hotel California. Mi cocina. Mis cactus. Mis ventanas. La cuadra nocturna que me traía del Edeka. El verano, a orillas del río en Kreuzberg. La lluvia de las seis de la tarde. Cualquier lluvia en cualquier calle. Voy a extrañar Berlín bajo la lluvia.

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