sábado, 4 de octubre de 2008



volví a berlín. eso implica que me fui. me recibió con hojas rojas y un arco iris en bernauerstrasse. me recibió también con otras cosas. todas lindas. tal vez no sea casual que no pare de cantar, desde el regreso, dame/sencillamente/lo que más te guste/y nada más. berlín puede ser muy generosa, si uno no pide lo imposible. esta vez fue (casi casi) como volver a casa.

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